Táganan Blanco se elabora con uvas procedentes de viñedos viejos de entre 60 hasta incluso 300 años, una locura. Todo son variedades autóctonas y algunas de ellas aún desconocidas. Listán blanco, Marmajuelo, Gual…cada una aportan su granito de personalidad en este vinazo blanco.
Las cepas están plantadas en Taganana, una zona al noreste de la isla de Tenerife donde crecen a un altitud de entre 100 a 500 metros y de forma salvaje, sin ningún tipo de conducción y con vistas al océano Atlántico. Son cultivadas por 15 familias diferentes de la zona junto al equipazo de Envínate.
Los suelos son de origen volcánico con contenido en basalto.
La vendimia se hace manual, utilizando pequeñas cajas para cuidar la calidad de la uva.
La viticultura es completamente orgánica, sin el uso de pesticidas ni herbicidas y donde la problemática la ponen los vientos procedentes del océano y de Africa con variaciones de humedad en el ambiente.
Envínate elabora Táganan Blanco separando cada parcela y prensando suavemente y dejando durante la noche que se asiente el mosto para después fermentar en depósitos abiertos con levaduras propia del viñedo. Una pequeña parte, en torno al 20% se vinifica con las pieles.
Posteriormente, se hace una crianza del vino sobre sus lías en depósitos de acero inoxidable y barricas de roble francés usadas de 228 y 600 litros.
Para terminar, antes del embotellado el vino no se clarifica ni se filtra. Sólo se añade una pequeña dosis de sulfuroso.
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